En Comfacauca el bienestar laboral empieza en las personas, en lo que sienten y en lo que viven. Por eso, en el marco de la celebración del Día de la Madre, nuestras colaboradoras recibieron un regalo emocional y creativo, una recompensa simbólica, por dar tanto sin pedir nada a cambio y por ser la fuerza silenciosa que sostiene hogares, equipos y sueños.
La jornada comenzó con una capacitación emocional que las invitó a mirar hacia dentro y hablar de lo importante que es cuidar la salud emocional y los vínculos afectivos para fortalecer el alma, y también para recordarles qué, a veces, necesitan que las abracen por dentro. Fue un espacio para respirar profundo, escuchar y sentirse acompañadas.
Después, la jornada tomó otro sabor con una actividad de decoración de tortas al estilo “naked cake”. Cada una diseñó su pastel con libertad, intuición y mucho amor; no había moldes que seguir, solo ganas de crear. La guía cercana de la profesora, favoreció el espacio y lo convirtió en una metáfora hermosa: “así como decoramos una torta con nuestras manos, también vamos construyendo la vida, paso a paso, a nuestra manera”, comentó Ángela María Carabalí, Auxiliar de Vivienda.
“Más allá de la harina, la crema o las flores comestibles, lo que vivimos fue un momento de conexión con otras y con nosotras mismas. Fue uno de esos momentos que recargan el alma sin que uno se dé cuenta” comentó Lucía del Socorro Córdoba.
En Comfacauca trabajamos todos los días por el bienestar, pero también nos gusta celebrar a quienes lo hacen posible desde el corazón. ¡mamás, hoy y cada día gracias por todo lo que son!